viernes, diciembre 18, 2009

Camisea, 27/4/1981

En la selva encontré una planta de hojas carnosas, que siempre levanta hacia el cielo sus dos hojas superiores plegadas como para un rezo. Un zarcillo fino, de aspecto tierno como un helecho, se posa tan pegado a la corteza de los árboles, por las que trepa de forma delicada y estética y homicida, que varias veces pensé que estaba pintado con laca mate. Sobre las lianas crece el musgo; en los lugares nudosos donde el musgo crece más denso, crece a su vez desde el musgo una planta de hojas como orejas de conejo: un parásito sobre un parásito sobre un parásito.

Werner Herzog, Conquista de lo inútil

miércoles, diciembre 09, 2009



miércoles, diciembre 02, 2009

Lamberti

Estaba en la tierra caliente y levanté los ojos.

Le hablé a la piedra encendida por siempre en la altura.

Le pedí: la consumación de todo lo visible,

la combustión espontánea, el granito calcinado por su beso.

¿Para qué? Para que no quede más que el amor,

la tenue sombra de un corazón desangrado,

el canto del grillo.

martes, diciembre 01, 2009

Iquitos, 3/7/80

Profundamente enemistado con la naturaleza tuve un encuentro con la gran boa constrictora, que asomó la punta de su cabeza a través de la malla metálica de su jaula de lata y me miró larga y fijamente a los ojos. Tercamente confrontados el uno con el otro, reflexionamos acerca del parentesco de las especies. Puesto que era escaso, ambos nos pusimos tristes y nos separamos. Afuera, contra el mundo del jardín, hacia donde están los bananos, construyeron un baño y al piso le pusieron hormigón, pero antes de que el concreto se secara las hormigas ya se habían cavado tubos y túneles.


Werner Herzog, Conquista de lo inútil, ed. entropía (trad. Ariel Magnus)