Casi llegué a querer esta calle;
cada vez que pasaba mirando hacia arriba
para colgarle el rostro de mi padre a una ventana, me sentía
contenido en su mirada. Hoy hay una obra en construcción
donde estaba el hospital, y me detengo y miro
estúpidamente el aire vacío, buscándolo.
Casi rogaría que aún hubiera algún dolor
como una imperfección de la estructura, algo inaliviable
esperando en el encofrado, entre los pisos, en algún
cuarto secreto, obstinado. Una grúa se mueve
delicadamente en el cielo, con su propio lenguaje.
Olvida todo eso, me digo al pasar, que sea
una casa maravillosa, que la música deambule por los pasillos,
que haya alegría fácilmente, que el terco corazón
de San Valentín llegue flotando desde Whitefriar Street
para imponerse, para curar las heridas, para levantar a mi padre
de su cama,
para dejarlo descolgarse por el ladrillo apagado, sin esfuerzo,
y salir corriendo con su vida en las manos.
Peter Sirr en Peter Street y otros poemas, BAJOLALUNA ediciones, traducción de J. Fondebrider y G. Gambolini
lunes, diciembre 29, 2008
Peter Street
Publicadas por PORTÁTIL a la/s 2:26 p. m.
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2 comentarios:
me encanto!!!... me gusta mucho visitarte...
saludos
Lilya
gracias Lilya, me alegro que te guste el blog!
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