Hasta la mejor arma
es una herramienta infeliz,
odiosa a los seres vivientes.
Así, el seguidor del Camino
se aparta de ella.
Las armas son herramientas infelices,
que no eligen las personas cavilosas
para utilizarlas tan sólo cuando no queda otra opción,
y con calma, espíritu tranquilo
y sin disfrute.
Disfrutar utilizando las armas
es disfrutar matando personas
es perder lo que a uno le corresponde en el bien común.
Está bien que se llore y se lamente
el asesinato de mucha gente.
Está bien que un vencedor en la guerra
sea recibido con ceremonias fúnebres.
Capítulo 31 del Tao Te King, de Lao Tsé, Versión de Ursula K Le Guin, trad Francisco Páez de la Cadena
domingo, enero 11, 2009
Contra la guerra
Publicadas por PORTÁTIL a la/s 11:55 p. m.
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