viernes, marzo 16, 2012

El bello y desdeñoso Alexis
ha dejado los bucólicos
paisajes sicilianos de su infancia
y ahora frecuenta
una sauna en pleno Harlem
lleno de negros y cocodrilos ciegos.
Estaba harto de su enamorado
que le ofrecía rústicos presentes:
queso de oveja, miel, guirnaldas
entretejidas de violetas y perfumado de eneldo.
Muy poco le importaban
los cantos y suspiros lastimeros
del pastor Colidón.
Cuando fuiste novio mío
por la primavera larga.
¿Será cierto que en New York
Lorca vio a Whitman desnudo,
rodeado de muchachos,
en un tranvía tirado por leopardos?

Juan José Hernández. Reales Sitios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

welcome back aspiratore!