miércoles, marzo 08, 2006

Con un mate en la mano papá dice:
estamos locos. Después yo creo
enamorarme de un soldado
que le escribe a mi amiga Mariana.
Sueño con él, sus manos desenvuelven
chocolate, abre las cartas y lee
bajo la luz de la trinchera.
Como un partido de fútbol, los ingleses
están perdiendo, pero de pronto
el chico deja de escribir. ¿Habrá sido una mentira
de Mariana, un amor preso en la caligrafía
de alguien que jamás existió? Nada era cierto,
mi viejo lo advirtió, ni el chocolate
llegaba hasta las islas.
La victoria, las cartas y el soldado
calleron de mis sueños como moscas.

Paula Jiménez. La casa en avenida.
Editorial Terraza. 2004.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Great site lots of usefull infomation here.
»